21 diciembre, 2008

Europa y La Que Nos Puede Caer.

¿Un triunfo de qué Europa?
"Ha triunfado la Europa social"-, diz que dijo exultante Diego López Garrido, secretario de Estado para la UE, tras el rotundo rechazo que la Eurocámara le plantó a la iniciativa de ampliar la jornada laboral hasta "un máximo" de 65 horas. (Huelga decir que en menos tiempo que el que le lleva a uno decir "opting out", ese máximo teórico se habría convertido en "el mínimo aceptado" por los empresarios).

Ya quisiera yo coincidir con el Sr. López Garrido, pero es que no las tengo todas conmigo en este asunto: en principio, no me conforman ni el verbo elegido ni el tiempo usado, ya que el susodicho triunfo está todavía más verde que las palmas. Y luego, a estas alturas y con compañeros de viaje como el hiperkinético Sarkozy, el incombustible Berlusconi o los gemelos Kaczynski -¿No nos bastaba ya con uno?- de lo que fue la Europa Social no va quedando nada.

El Imperio Contraataca - Será porque mis genes gallegos me dan un sesgo fatalista y atlantico, pero –no puedo evitarlo- a mi me sonó más real el bueno de Javier Cercas denunciando las "fortísimas presiones" provenientes tanto de la Comisión Europea como del Reino Unido, con el mismísimo Gordon Brown llamando a cada uno de los diputados para reclamarles el voto a favor de la norma en cuestión. Y es que esta iniciativa -que la dirigencia de IU definió como "la ofensiva más brutal de la Europa neoliberal"- no parece ser un episodio aislado y hoy felizmente superado. Por el contrario, todo hace suponer que las presiones de Brown & Associates van a multiplicarse en el período de negociación que se abre tras este fallo adverso. No olvidemos que -si no se llega a un acuerdo en los próximos meses-- podríamos tener que enfrentamos a años de amargas discusiones por este tema.
Con una crisis global sobre cuyo origen y entidad podríamos discutir aún bastante, pero que está resultando muy real en sus efectos (especialmente en la destrucción de empleo), ya me dirán ustedes en qué se van a ir quedando la fuerza combativa y las demandas de los cruzados socialdemócratas a medida que la masa de desempleados crezca en Europa.

Gracias al Menos Común de los Sentidos - El miércoles 17, sin embargo, llegaba desde Estrasburgo un aire entre victorioso y aliviado, también inspirado por la secretaria de Bienestar Social del PSOE, Marisol Pérez, quien expresó sin reparos su "alegría" porque -según ella entiende- "Ha imperado el sentido común". A saber por cuánto tiempo, doña Marisol de mi alma, porque también digo yo que habrán tenido sentido común los esclavos, hasta que debieron resignarse a esa penosa condición para no morir de hambre o ser cazados a tiros.


Van a por todo - En tiempos como estos, tan inciertos para todo lo edilicio, resulta difícil calcular cómo evolucionará nuestra "construcción europea", o cuánto más tiempo lograrán sostenerse las vapuleadas estructuras del Estado de Bienestar. Parece evidente que Europa (o una parte importante de ella) está dudando si dejar de ser social para convertirse en neolib justamente ahora que al capitalismo le está cayendo la gota fría. O tal vez por eso mismo, porque está claro que los propulsores de esta iniciativa no pierden ya el tiempo con disimulos y no aceptarán soluciones que les demanden compromisos o concesiones fuertes. Más bien podemos decir que van a por todo, y que se quieren cargar, todos juntos y de una vez, a la concertación, al diálogo social, a las negociaciones colectivas y a los sindicatos. Y, con ellos, a los derechos y garantías que hasta hace cuatro días nos distinguían del modelo de desarrollo capitalista.

Could we? - La pregunta incómoda -incomodísima- del día es si la social-democracia Europea tendrá la fuerza, la inteligencia política y el apoyo popular necesarios para defender al Modelo Social de este crescendo de embestidas . Un intento de respuesta-impregnada-de-deseo es que eso dependerá en gran parte de la eficiencia que todos los actores sociales demostremos de aquí en más; en primer lugar, para generar, más pronto que tarde, un “Yes, we can!” propio; y luego, para defenderlo como si nos fuera a todos la vida en ello. Porque tal vez ése sea el caso.

Original Gradiva